Fuente Externa |
Yuderka García
A cualquier edad la motivación del estudiante es un
factor clave para el aprendizaje, por eso resulta importante entender porqué
tan frecuentemente en los adolescentes desciende la motivación y con ella el
desempeño escolar, especialmente al pasar de primaria a secundaria.
Hay quienes piensan que esta decadencia es causada
principalmente por los cambios psicológicos y fisiológicos asociados con la
pubertad, mientras que otros sostienen que es causada por las características
desfavorables del ambiente de aprendizaje.
La familia es el entorno
en el que comienza la educación del niño. El hogar es el principal modelo de
valores y conductas que marcarán el desarrollo cognitivo y afectivo del futuro
estudiante. Los progenitores tienen la oportunidad de guiar a sus hijos hacia
una actitud de motivación y prepararles para que se interesen y disfruten con
el aprendizaje.
Al respecto los especialistas Lynley Hicks Anderman - Carol Midgley
(terapeutas) han sistematizado algunos hallazgos de la
investigación y recomendaciones para los profesores.
Un primer factor que influye en la motivación estudiantil
es la propia historia escolar. Cuando los estudiantes acumulan experiencias de
fracaso en la escuela, es difícil que quieran persistir en el intento de tener
éxito.
Ellos tienden a creer que su bajo desempeño se debe a factores
que están fuera de su control y no le encuentran sentido a desear mejorar. En
contraste, si los estudiantes atribuyesen su bajo desempeño a la falta de una
habilidad importante recuperable, serían más propensos a persistir en el
futuro.
La recomendación para los profesores es que informen a
los alumnos sobre cómo superar sus debilidades ya que así podrán influir en la
construcción de una autoimagen positiva como estudiantes.
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